Muchos pediatras recomiendan desacostumbrar a los niños de la mamadera para que usen una taza en algún momento entre los 12 y los 18 meses. La succión prolongada en las mamaderas (los chupetes o los pulgares) gradualmente podría cambiar la forma de la boca del niño, lo que puede provocar problemas con el arco dental o con el habla. Y mientras las tazas para sorber tienen válvulas, las botellas no las tienen — lo que significa que la leche maternizada, la leche común o el jugo pueden escurrirse continuamente hacia afuera, acumulándose alrededor de los dientes y causando deterioro.
Cómo realizar el cambio
Para pasar de la mamadera a la taza, primero invita a tu bebé a jugar con la taza y a probarla cuando no tenga realmente hambre ni sed, para que no se desespere si no logra comprenderla de inmediato. Después de que logre manejarla, sustituye gradualmente una mamadera de alimento por vez durante una semana o más. Termina con la mamadera más querida, que suele ser la que toma antes de irse a dormir por la noche o a la siesta.
Aumenta el tiempo de acurrucarse juntos
Asegúrate de darle a tu bebé mucho contacto físico cercano y abrazos cuando reemplazas las últimas mamaderas, para que sólo extrañe la mamadera, no tu tiempo ni los mimos. Y al igual que con las mamaderas, no permitas que tu hijo lleve a la cama la taza para sorber de leche maternizada o materna.
Cómo comprar tazas para sorber
Si tu hijo se resiste a elegir una taza, prueba con una taza que tenga un diseño o personaje diferente. Incluso puedes dejar que elija una taza especial por sí mismo. Puede suceder que un tipo de válvula, surtidor o agarradera diferente funcione mejor para él.
Sandy y Marcie Jones son las autoras de Great Expectations: Baby's First Year (Grandes expectativas: el primer año del bebé). Pida su copia a Barnes & Noble