Juegos de carro para los bebés: ¡Ponte en camino y diviértete!
Los niños mayores pueden ver DVDs o jugar el veo-veo. ¿Pero cómo entretienes a los más pequeñitos durante el viaje? Fíjate en estas recomendaciones para que todos disfruten del viaje.
Consígale un compañero al bebé. "Mientras mi esposo manejaba, yo me sentaba en el asiento de atrás para jugar con mis bebés y leerles cuentos durante los viajes", dice Beth Blair, madre de dos niños en Eagan, Minnesota y colaboradora de la página web de viajes The Vacation Gals. "De esta manera los niños se entretenían mucho, sobre todo si tenían las sillitas mirando hacia atrás, lo que les puede resultar bastante aburrido ".
Decora el carro. El bebé no alcanza a verte mientras manejas. Por lo tanto, al bebé le encantará ver fotos tuyas y de sus otras personas favoritas, pegadas atrás del respaldar. Otra opción es decorar con cosas que le gusten al bebé, como animales, colores o figuras.
Cántale al bebé. Aunque la música infantil es genial y todo, a los bebés les va gustar más la voz de mamá (además está muy joven para saber que no sabes cantar).
También háblale al bebé. "Los bebés escuchan todo lo que los padres dicen, mucho antes de empezar a decir ‘mamá’ o ‘papá", dice la Dra. Elaine Fogel Schneider, psicóloga y especialista en la crianza de niños en Palmdale, California. "Mientras están manejando, los padres pueden estimular las habilidades auditivas y lingüísticas, a la vez que entretienen al bebé. Háblale de manera cantarina – alterna la voz y haz variaciones de sonidos que le llame la atención al bebé".
Llévate la bolsita de trucos. "Guardaba una bolsita de cosas, que hacían diferentes ruidos, en el asiento del pasajero; por ejemplo un juguete con pito que se lo daba en una luz roja", dice Thea Marx, mamá de una niña en Cody, Wyoming. "¡Aunque el pito a veces me volvía loca, mantenía a mi hija entretenida!"
Tómate descansos. "Sacando tiempo para descansar durante el viaje ayudaba", dice Luann Udell, madre de dos hijos en Keene, Nuevo Hampshire. "Si no parábamos, el bebé se quedaría dormido todo el día y despierto por la noche. Descansos frecuentes agotaban a los chiquitos; así lográbamos que durmieran como en casa cuando llegábamos a nuestro destino".