Por Bethany Kandel
El bebé llegará pronto. Comencemos con la decoración. Ya has comprado las piezas fundamentales para la habitación del bebé (la cuna, el cambiador, un aparador y un balancín) y ahora es el momento de añadir los detalles. Pasa un buen rato añadiendo toques de tu estilo personal, brillantes salpicaduras de color, elementos que reflejen el sexo del bebé, si ya lo conoces, o incluso algunos de los elementos favoritos de tu infancia.
Después de todo, la habitación de un bebé no se compone sólo de cosas básicas. Debe ser un espacio cálido y confortable que le dé la bienvenida al pequeño. Estas son algunas maneras de personalizar el espacio para tu bebé:
Paredes
Piensa en algo que no sea permanente. El bebé crece muy rápido, e igual de rápido cambia aquello que le interesa, por lo que deberías poder adaptar la decoración fácilmente. Resalta las paredes con calcomanías y bordes adhesivos que puedas quitar, como los de WallPops.com. Elige entre animales adorables, árboles, letras del alfabeto y canciones infantiles.
Revestimientos para el suelo
Los tapetes son una gran manera de añadir color, motivos y temas a una habitación. Los bebés suelen ensuciar, por lo que lo ideal es elegir aquellos que sean resistentes a las manchas y fáciles de limpiar. Los tapetes pueden albergar menos polvo y alérgenos que las alfombras; además, tienen una vida útil más corta y se pueden mover o reemplazar fácilmente si cambias tu decoración. Asegúrate de añadir una almohadilla antideslizante por debajo para mayor seguridad.
Ropa de cama
La elección de las sábanas es una gran manera de dar énfasis al color o tema de la habitación del bebé. Si conoces el sexo del bebé, puedes decidir entre color rosa o azul; si no, elige una gama de colores más genérica de turquesa, amarillo, blanco o una mezcla de los colores primarios o pastel que se adaptan a ambos sexos. Lo mejor de las sábanas es que puedes cambiarlas a menudo y, así, cambiar el punto de atención de la habitación. También es posible que quieras elegir cortinas, tapetes y otros elementos en algunos de los mismos colores.
Guardado
Esta es la clave para una habitación organizada que se sienta cómoda sin ser caótica. Utiliza cubos de guardado abiertos en colores combinados para que puedas ordenarlos rápidamente al final del día. Encuentra formas y tamaños divertidos que se vuelvan parte del diseño de la habitación. Si cuentas con un cofre de juguetes, asegúrate de seguir las directrices de la CPSC para evitar que los niños se queden atascados en el interior. Elige uno con una tapa que se pueda sacar o con un dispositivo de apoyo para la tapa que te permita mantener la tapa abierta en cualquier posición, que tenga ventilación y que no tenga pestillo. Con otras unidades de guardado, asegúrate de que no puedan caerse y de que puedan ser fijadas a la pared para mayor seguridad.
Toques personales
Es lindo añadir un poco de historia familiar a la habitación del bebé. Tal vez hayas guardado algo especial de tu infancia… una colección de tus libros del Dr. Seuss favoritos, un animal de peluche muy gastado, o incluso una foto tuya de niña que puedes colgar o poner en un estante. También puedes ampliar fotos de familiares y ponerlas en marcos coloridos para que el bebé se familiarice con sus seres queridos.
Imagen : Getty