Creerías que después de tener dos hijos, Tracy Coyne habría reconocido la señal más evidente de que estaba embarazada otra vez: no tenía energía. En consecuencia, por las noches se iba a dormir a la misma hora que sus hijos y durante el día trataba de dormir siestas siempre que podía.
"Atribuía a mi cansancio a la época de las fiestas", dijo esta madre de los suburbios que vive al sur de Boston. "Una vez que me di cuenta de que estaba embarazada, todo tuvo sentido. Nada de parece al agotamiento total del primer trimestre".
Aunque hay poco que puedas hacer para compensar los niveles bajos de energía al inicio del embarazo, los expertos en salud afirman que mientras no haya problemas de salud que limiten la actividad de la mujer durante el embarazo, la actividad física y una dieta equilibrada son la mejor manera de combatir la fatiga.
Los beneficios de la actividad física regular son innegables para las mujeres embarazadas. Mantenerte en forma durante el embarazo no sólo te ayuda a mantener los niveles de energía, sino que también puede ayudarte a volver a ponerte en forma después del nacimiento. Ejercitar al menos 30 minutos diarios puede reducir los dolores de espalda, evitar la diabetes gestacional, mejorar el ánimo, promover la tonicidad muscular y te ayudará a dormir y sí, te dará más energía de acuerdo con el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (ACOG).
Como con todo régimen de ejercicios, mantén siempre tu mente en sintonía con tu cuerpo, porque es posible que en ocasiones no puedas participar de la clase de step de bajo impacto en el gimnasio. Las primeras 24 semanas puede ser el momento más sencillo para ejercitarte, porque no tienes una panza grande en el medio. Sin embargo, a medida que el feto crece, tus articulaciones serán más proclives a las lesiones porque las hormonas que se generan durante el embarazo hacen que los ligamentos que sostienen tus articulaciones se relajen, según el ACOG. Además, el peso adicional del bebé puede afectar tu equilibrio o provocar dolor de espalda.
Si durante el primer trimestre prefieres dormir en lugar de nadar, está bien. Para la mayoría de las mujeres, el segundo trimestre es más sencillo. "Al final del primer trimestre el tiempo mejoró, lo que me permitió dar largas caminatas", dice Coyne. "Eso mejoró mi nivel general de energía. Me di cuenta de que estaba durmiendo mejor por las noches y podía mantener un nivel más alto de energía durante el día".
Otros consejos útiles incluyen no saltear comidas, en especial el desayuno y salir al aire libre por el aire fresco y la luz solar. "No es necesario que corras una maratón ni batas ningún récord, sólo sal a caminar", dice Ann Douglas, autora de The Mother of All Pregnancy Books (La madre de todos los libros sobre el embarazo). "Busca un compañero de ejercicios y confirma que harán algo juntos en forma regular."
Desde luego, durante el tercer trimestre, el peso extra y la falta de sueño pueden hacer que vuelvas a sentirte exhausta. Pero la mayoría de los expertos dice que no hay motivo para que las mujeres no hagan ejercicio durante las últimas semanas del embarazo, aunque es posible que deban modificar la actividad.
Señales de alerta
Aunque se recomienda el ejercicio moderado durante todo el embarazo, deja de hacer ejercicio y llama al médico si tienes alguno de los siguientes síntomas:
- Sangrado vaginal
- Mareos o debilidad
- Falta de aire
- Dolor de pecho
- Dolor de cabeza
- Debilidad muscular
- Dolor o hinchazón en las pantorrillas
- Contracciones uterinas
- Constipación
- Pérdida de fluidos vaginales
Stephanie Neil es una escritora freelance establecida en Scituate, Massachusetts
Fuente: Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología; www.acog.org