Llevando al bebé a la piscina: ¡Es algo bueno!
¡Nueve meses rodeado de líquido en el útero y ni siquiera es capaz de nadar! Aunque le falta para nadar como un pez, metiendo al bebé en el agua (no solo durante los baños) puede ser beneficioso para los dos.
Un momentito (empapadito) padre e hijo: Puedes llevar al bebé a una piscina climatizada una vez se le haya caído el cordón umbilical. Un rato en la piscina puede ser muy relajante. Acuna al bebe contra el pecho, con una mano sosteniendo la cabeza por detrás y camina lentamente por el agua. Ya cuando el bebé no necesite de ayuda para sostener su cabeza, coloca las manos debajo de sus axilas, con el bebé de cara hacia ti. Cero llamadas, cero pendientes de que preocuparse – simplemente se trata de una oportunidad para que los dos se queden mirándose a los ojos; Jenny McCuiston es madre de dos hijos y dueña de la escuela de natación Goldfish Swim School en Birmingham, Michigan. Dice Jenny, "Muchos padres me han comentado que un rato en la piscina es la única oportunidad que tienen para pasar 30 minutos de placer y sin distracciones con el bebé".
Un bebé más fuerte. Cuando el pequeño cumpla los 6 meses, puedes participar en clases de natación de padre e hijo. "Las clases ayudan a desarrollar sus músculos, la coordinación y el balance del bebé, los cuales son importantes para poder gatear y caminar", dice McCuiston. Puede que ellos lo disfruten más que cuando les toca practicar estar boca abajo (¡No te olvides, los ejercicios boca abajo son buenos también!)
Un bebé más seguro. Los niños expuestos al agua desde muy pequeños son menos propensos a tener accidentes en agua más adelante en sus vidas; incluso en aguas profundas. En Infant Swimming Resource en Charleston, Carolina del Sur, Rebecca Bentz, una madre con dos niños, enseña a bebés de al menos 6 meses a voltearse y flotar de espaldas. A pesar de las clases, las reglas no cambian: Vigila siempre a tu bebé cuando estén cerca al agua.
Un bebé con confianza. A tu bebé le encantará lo fácil que es desplazarse por el agua. Esto le infundirá un sentido de independencia dentro y fuera del agua. Otra ventaja: jugar en el agua requiere mucha energía. Por lo tanto comerá bien y dormirá… bueno, ya sabes.