Cuando se trata de chupetes o comida que se cayeron al suelo, olvídate de la regla de los cinco minutos: Toda transferencia de gérmenes, suciedad o lo que sea sucede en el momento del contacto. Pero, ¿debes enloquecer si un chupete o una banana se caen al suelo? Depende de dónde se caigan.
La realidad es que los gérmenes están por todos lados. Si alguien que está resfriado estornuda o tose, los gérmenes pueden aterrizar en superficies y esparcirse en la nariz, la boca o los ojos del bebé mediante el tacto. La buena noticia es que puedes proteger a tu bebé de una infección de la siguiente manera:
- Lavándote las manos con frecuencia
- Manteniendo los juguetes compartidos y las superficies limpios con una solución del 10% de agua con lavandina u otro desinfectante.
- Usando toallitas higiénicas o cambiadores sobre superficies públicas, por ejemplo, en las manijas del carrito del supermercado y en cambiadores de lugares públicos.
Si estás en casa, probablemente todo lo que necesites hacer es enjuagar rápidamente los alimentos o chupetes para eliminar pelusas y gérmenes. Pero si el chupete sea cae en el piso del baño de una parada de descanso, probablemente sea recomendable que lo saques de circulación hasta que puedas higienizarlo bien hirviéndolo durante 15 minutos.
Pero no te preocupes por la baba del perro: Tu bebé no puede contagiarse ningún parásito a través de los juguetes del perro ni si el perro lame rápidamente sus mejillas o la bandeja de la silla alta. De todos modos, si dejas que tu pichicho limpie tu silla alta o los platos después de la comida, no está demás enjuagar bien la bandeja del bebé y los platos con agua tibia con jabón o en el lavavajillas.